Vivimos épocas difíciles en todos los sentidos. Nuestras formas de entretenimiento y tiempo libre han dado un giro de 180º. El tiempo de nuestras vidas ha formado parte de la industria del ocio que llena los espacios en entretenimiento y diversiones cada vez más individualistas

Por: Mary Velázquez Dorantes / Twitter: @ mary_dts

El tiempo de recreación de los mexicanos está centrado en acciones como comer o dormir, los descansos -lejos de los períodos de vacaciones-  están llenos de inactividad absoluta y con largos momentos de aburrimiento. Los lugares más populares para que el mexicano promedio se divierta son los parques, cines, bares y antros. El 30% elige la práctica de un deporte y el 12% gusta de ir a bailar.

Aun cuando México es un país donde su gente siempre está ocupada en algo, los momentos de tiempo libre han sido necesarios para recrearse y olvidar el estrés de la vida cotidiana. 

Sin embargo, la vida actual incita cada vez más al ocio. La publicidad, las ofertas de productos o servicios, los medios de comunicación, las redes sociales han provocado que cada generación tenga mayor atención en los tiempos libres que en otros intereses.

Las conexiones portátiles y la era digital han cambiado la forma de utilizar los períodos de recreación. La industria, por su parte, expande mensajes  donde la diversión o desahogo es más importante que la resolución de conflictos o responsabilidades en las que nos vemos inmersos.

¿TIEMPO STREAMING?

La forma de exponernos a los contenidos audiovisuales ha cambiado en un 90%. México es el cuarto mercado más importante para consumo de productos cinematográficos. No obstante, la cultura del streaming se ha vuelto muy popular. Un joven mexicano se expone a una cartelera amplia  de contenidos  que están disponibles en aparatos portátiles, frente a actividades como escuchar música o comer en un restaurante. Se prefiere conectarse para acceder al catálogo de películas, series o documentales de la pantalla streaming. El 75% de las personas prefieren ver contenidos en línea que hacer otras actividades en su tiempo libre.

Desde el celular los mexicanos pasan un promedio de 8 horas en contenidos digitales. Para generaciones como los millennials o la Z las pantallas son las mediadoras entre el ocio, la socialización y el trabajo.

Algunos expertos están interesados en analizar los conflictos interpersonales o el subjetivo malestar que produce pasar tanto tiempo frente a una pantalla, mientras que otros señalan que existe una dependencia de los denominados gadgets tecnológicos.

La experiencia del consumidor es la mejor estrategia para que nuestro tiempo libre quede atrapado en la cultura del streaming. El mercadeo de los nuevos contenidos y las formas como anuncian lo «nuevo» posibilitan olvidar todos los quehaceres pendientes y concentrarse en la nueva experiencia desde la sala o recámara de los mexicanos.

¿LA CRISIS DE LOS BOLSILLOS?

Diversión con poco dinero

 41% de los mexicanos ha tomado la decisión de recortar sus gastos sin hacer a un lado los gastos para ocio. Los bares y los antros son dos sitios en los que un mexicano decide «invertir», dado que son sitios para socializar o encontrar la fuga a sus problemas personales, laborales, pero, sobre todo, económicos.

Los individuos entre 16 y 20 años de edad prefieren dedicar su tiempo en el uso de Internet dado que no les significa un costo económico alto.

México es el segundo mercado más grande de videojuegos en Latinoamérica, calculándose que para el 2020 el 34% de los ingresos de un mexicano estará destinado a uno de éstos.

México es uno de los países donde se prioriza el ocio antes que otras situaciones. La industria del entretenimiento está apostando de forma continua para invertir en nuestro país.

 

Publicado en la edición impresa de El Observador del 3 de junio de 2018 No. 1195

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