Para comprometerse con la fe que ya se profesa, y ser más coherentes con ella.

  • Para hacer penitencia por los pecados cometidos a lo largo de nuestra vida.
  • Para reavivar la fe cuando ésta se encuentra mermada, reencontrándonos con nuestra propia historia cristiana.
  • Para dedicar por entero un tiempo a las cosas de Dios.
  • Para renunciar un día o algunos días a las comodidades a fin de ayudar a convertir el corazón.
  • Para tomar conciencia de que este mundo no es la meta, sino que aquí todo es temporal ya que sólo estamos de paso. El Cielo es la verdadera meta.
  • Para favorecer la práctica de los valores cristianos, como puede ser el agradecimiento.
  • Para crecer en el amor y la devoción a Dios, a su Santísima Madre o a algún santo.
  • Para darle gracias a Dios o a la Virgen María por favores particulares recibidos, o bien para pedirles alguna cosa en concreto.
  • Para dar testimonio público de que perteneces a la Iglesia de Cristo, y de que tu confianza está en Él.

TEMA DE LA SEMANA: PEREGRINAR, ¿PARA QUÉ?

Publicado en la edición impresa de El Observador del 19 de enero de 2020 No.1280

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