PREGUNTAS DE NIÑOS

Leemos en el Evangelio que Jesucristo resucitado se aparece por tercera vez a los discípulos, en esta ocasión cuando salieron a pescar. Ellos ven que el Señor tenía, sobre unas brasas, pescado y pan, y Él se los da para que lo coman.

Desde su infancia hasta su edad adulta, Jesús comía lo mismo que los judíos de su tiempo: pan de cebada o de trigo; legumbres como las lentejas; queso de leche de vaca, de oveja o de cabra; pescado; ocasionalmente carne de ave, res, cordero o cabrito; miel, y frutas y verduras, entre ellas dátiles, uvas, aceitunas, higos, etc. Los alimentos se podían cocinar con manteca o con aceite de oliva.

Hay personas que hoy afirman que Jesús era vegetariano (o sea que no comía carne) porque expulsó del templo a los mercaderes que vendían animales para el sacrificio; o dicen que, para dar de comer a la multitud, el Señor multiplicó los cinco panes (Mateo 14, 19-20) pero no los dos pescados. No se dan cuenta de que Jesús expulsó a los mercaderes del templo no por el hecho de vender animales sino de convertir la Casa de Dios en un lugar de negocio (Juan 2, 16), y de que, después de la bendición y multiplicación de los panes “lo mismo hizo con los pescados” (Jn 6, 11). La noche del domingo de Resurrección, Jesús se apareció a sus discípulos y para demostrarles que estaba realmente vivo les pidió algo de comer y le dieron pescado y Él se lo comió (Lucas 24, 41-43).

Dios nos dio gran variedad de nutrientes en los alimentos porque sabe que los necesitamos. Así que no los desperdiciemos.

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 1 de mayo de 2022 No. 1399

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